Prosa


En el fondo del Abismo

Juntos éramos felices, pero tú lo jodiste. Te quise mucho, más que a nadie, y tú derrumbaste nuestro amor, como quien destruye un edificio. Lo que tanto nos había costado construir. Todo acabó y la llama se transformo en cenizas. Con solo cenizas, te seguí queriendo, pero se ve que tú querías a otra persona, y no a mí. Lo pasé mal, mis lágrimas empaparon la almohada. No te mentiré, estaba al fondo de un abismo, pero poco a poco, ascendí hasta llegar a donde estoy hoy, siendo feliz con otra persona que no eres tú.

Me recuperé y te olvidé. Pero, ayer recibí tu mensaje, después de un largo tiempo. Sinceramente, ese mensaje llegaba muy tarde, cuando te diste cuenta de que nadie te quiso como yo. Pero las cenizas habían volado, se habían marchado y desaparecieron, ya no quedaba nada. Cuando volviste, ya fue demasiado tarde, y ahora pasaste por donde yo estuve, el fondo del abismo.

Cuentos

Me cansé de tus cuentos, y que de tantos contarlos ya ni siquiera tú te los creáis. La relación maduró dejando a un lado a nosotros dos. Con el pasar de los años, descubrimos que Caperucita ya no se fiaba del lobo, convencimos a Cenicienta para que no se fuera a las doce, comprendimos que no existía en la realidad una historia como la de la Bella y la Bestia y entendimos que no podíamos volar hasta el infinito y más allá. 

Era mejor volar solos, sin ti, ya que eras el ancla que me amarraba en aquella isla solitaria, la lámpara de la que no salía el genio, la manzana que tanto daño hacía, el barco que no llegaba. Esperaba, esperaba y esperaba, y ahora recuerdo que aquel tiempo que perdí, no volverá jamás.