Poemas
Mojados por el Rocío
En un silencio infinito,
cortado por el roce de nuestro labios vivos,
sintiendo calor y a la vez frío,
nuestro cuerpos siendo mojados por el rocío.
La luna nos mira desde la altura,
evitando que la noche sea tan oscura.
Nos abrazamos con ternura,
siguiendo el baile, siguiendo la partitura.
Se acerca la luz del alba,
mientras que seguimos sin mediar palabra.
Mi brazo rodea tu espalda.
Recuperaste en el amor todas mis ganas.
Me sentía demasiado devastado,
dejaste mi tristeza a un lado.
El tiempo perdido lo he recuperado
y ahora mi futuro en tus ojos claros.
Perdiendo el Mástil
Vivía loco por ti y de mi pasaste.
Te traje la luna pero para ti no fue bastante.
Me di cuenta de que era tu lastre.
Volviste a unir mi corazón roto en mil pedazos.
Me quedé con los besos que no te di
y mirando en el espejo veía un arlequín
Lloraba mientras cogía otro botellín.
De novela
en novela
Fuimos
meros espectadores,
de un drama, de nuestros errores,
dejando de lado nuestras conversaciones,
como si se tratara de una tragedia de Sófocles.
Nosotros no vivíamos en Verona.
En este crimen no necesitamos inspectora,
beber veneno no fue de las cosas más peligrosas.
Shakespeare se cansó de nuestra novela rosa.
Nuestro orgullo estalló en nuestros prejuicios.
Yo sería Darcy y tú Jane, pero en el suplicio,
Netherfield quedaba pequeño para tus principios.
Al final, eso acabó contigo, conmigo.
No éramos de Ana Todd un relato,
Hardin y Tessa, no eran santos,
nuestra relación se convirtió en un charco,
cuanto más llueve, más grande es el barro.
El parque
En aquel
parque tengo enfocada mi retina.
Aquel día que comenzaste a formar parte de mi vida.
Me duele todavía cuando dejaste de ser mía.
Qué peligro tiene esa bella sonrisa.
Sentando
juntos en aquel banco.
Recuerdo que mi corazón se quedó parado,
cuando el Lorenzo se estaba marchando.
Siendo el único testigo ese gran árbol.
Tu mano se
entrelazo con la mía.
Mi mirada y la tuya se conectaron.
Éramos dos en un mundo imaginario,
Mientras me acercaba poco a poco a tus labios.
Carolina
Herrera en tu cuello,
En tus hombros, rompe tu pelo.
Tus gafas hacen aumentar tu iris.
Te llevo a ti diamante, como si fuera un apiri.
Nuestros
labios se fusionaron.
No me culpo de mis actos.
Mi mano acaricia tu mejilla.
Finalizando un sueño, una fantasía.
Pero al
final un día acabó,
el parque ya no nos miró con igual atención.
El tiempo paso, llevaste a otro chico, y eso me dolió,
dejándome abatido y solo en cualquier rincón.
Muerto por
dentro
No te
tengo, me jodo en el silencio.
Mi silencio acaba con mi vida, pero vida ya no tengo.
Ahora lanzo suspiros recordando hechos no venideros.
Solo te mantengo cuando releo mis versos.
Tengo
deleite por tu persona.
Deseo rozar tu pelo con mis dedos.
Acariciarte suavemente tu cuerpo.
Aferrarme a tus labios, a tus besos.
Estoy muerto
por dentro.
Corazón ya no tengo desde hace mucho tiempo.
Me lo robaste y me dejaste con mis miedos.
Ahora no pasa una noche que contigo no tenga sueños.
Analizo
todas tus palabras, todas tus oraciones.
Me considero psicólogo de tus emociones.
Creyente de tu religión, me alejé de otros dioses.
Ni Muhammad Ali aguantó tantos golpes.
En la
noche lluviosa
En la
noche lluviosa,
nuestros
cuerpos gélidos,
se
confrontan a un sin fin de sensaciones.
Juntos,
pegados, unidos,
siento el
calor de tu aliento en el cuello.
Damos mil
vueltas en la cama.
Noto tus
finas manos en mi nuca,
y se me
eriza toda la piel.
Descienden
tus manos por mi espalda,
pero las
detengo, y tú,
me miras,
nos miramos,
te beso.
Te quise, te amé,
te sentí
Te quise como el
que no espera recibir nada a cambio,
Te quise, en
secreto.
Te quise como
tantos otros hicieron,
Te quise, pero te
supe a poco.
Te ame, soñándote
cada noche.
Te ame, esperando
tus besos.
Te ame, anhelando
tu sonrisa.
Te ame, esperando
algo que no llegaría.
Sentí un vacío
demasiado grande.
Sentí que empezaba
a desenamorarme.
Sentí que mis ganas
se desvanecían.
Sentí que mis alas
se quemaban.
Golpeé contra el
suelo,
pero estaba tan
herido que no me di cuenta.
Aún, después de ese
brutal golpe,
te sigo amando.
Curaste mi
corazón roto
Pegado tu
cuerpo sobre mi cuerpo,
mil sensaciones, mil sentimientos.
Recuerdo todos esos momentos,
y supero el pasado con sexo lento.
Quiero ser
feliz a tu lado,
darte lo
que tú me has dado.
Me toca
lanzar los dados,
y creo que Cupido la flecha ha tirado.
Siento
fijación hacia tus ojos pardos.
Espero no
recibir nunca tu rechazo.
Sentirte siempre sobre mis brazos.
Volviste a unir mi corazón roto en mil pedazos.
Me sacaste
de mi rutina,
le disto
un vuelco a mi vida.
Me
salvaste de ser arrollado en la vía.
Tú,
princesa, creaste esta poesía.
El dolor
me invade
Mi cuerpo
es simple,
tiene una mente débil,
un mundo de inseguridades
y un corazón roto.
Sufro en
silencio,
donde no pueden verme.
Visto una máscara en público,
donde oculto mi dolor.
Pero
cuando llega la noche,
un río invade mi almohada,
y no dejo de pensar en ti,
en lo que pudo y no fue.
Mi droga
favorita
Me has
generado una dependencia,
una necesidad, una adicción.
Te has convertido en mi droga,
la peor,
porque lo tuyo, daña.
No dejo de
mirar el móvil esperando tus mensajes.
Recargo
Instagram para ver si me has enviado algo.
Pero no
llega nada.
Y así,
todo el día,
Porque,
por si fuera poco,
también
ocupas mis deseos y mis pensamientos.
Incluso mis
sueños.
Recuerdo
aquel, besando tu ligero cuello.
Otro
simplemente abrazándonos en las noches.
Me brillan
los ojos, y no dejo de pensar si la culpa es mía,
y ahí es
cuando me duermo.
Sigo
estando loco por ti
Sigo
enamorado de ti,
después de años, lo sigo estando.
El otro
día, hablaba con mi amiga
y se reía de mí por seguir enamorado de ti.
Le respondí qué en todo este tiempo,
no he encontrado a nadie que se te parezca.
A nadie que tenga tus gustos.
A nadie que tenga tu personalidad.
A nadie que tenga tu cuerpo.
A nadie.
Puede ser que encuentra a otra persona,
y puede ser que enamoré de otra que no seas tú.
Pero será muy difícil encontrar una perfección como la tuya,
porque eres única.
Eres mi favorita.
Hoy te he visto
Hoy te he
visto,
no te conozco de nada,
pero me has atraído.
Me enamoré de tu pelo.
Me enamoré de tus ojos.
Me enamoré de tus labios.
Quizás no te veré más,
aunque deseo verte todos los días,
conocernos, enamorarnos.
Llevo horas intentado conectar una mirada.
Intentando mirarte profundamente,
hasta llegar a acercarme a ti, y darte mi número.
Llámame cuando se marchen tus amigas,
y nos quedaremos en un bar tomando algo,
conociéndonos hasta que nos echaran de allí.
Luego haríamos lo que tu quisiese,
porque todavía necesito más tiempo
para poder seguir observando tu belleza.
Pensamientos
de Ciudad
Mientras
dábamos un paseo por la ciudad,
recordaba que me curaste mi enfermedad,
tus besos me calmaron la ansiedad,
y ahora vivo enamorado de tu persona y de tu personalidad.
Quiero
comerme contigo el mundo entero.
De tu amor me siento prisionero.
Quiero que conmigo estés a tres metros del suelo.
Y que cada día, juntos toquemos el cielo.
Caminábamos
por las estrechas calles.
Tú viendo monumentos, yo disfrutando tus pequeños detalles.
Imaginando contigo mil planes.
Te regalaré de mi casa, mañana, las llaves.
Ahora, no
me imagino una vida sin ti.
Dedicándote cada frase, cada tweet.
Queda poco tiempo de espera,
mientras mis nervios, solo aumentan.
A la puerta llaman, dirigiéndome hacia ella.
Caminaba con delicadeza, partiendo hacia la mesa.
Encontrando frente a frente a la más bella de las estrellas,
contando incluyo constelaciones no descubiertas.
El vino y el manjar disminuían con el paso del tiempo.
Ya, en la terraza, colisionaban nuestros cuerpos,
Estrellas fugaces inundaban nuestro cielo,
y, tú y yo, nos fundíamos con un beso.
Bendito arte milenaria, curabas heridas que creía cerradas,
Tantos frentes abiertos, tantas batallas,
En mi cuerpo se instauró una momentánea paz
cuando nos fuimos a la cama.
pero guarda el océano más grande para pensar en ti,
para inundarse de sueños contigo, y aún así parecen pocos,
pues eres mi razón para levantarme en los días grises.
No importa el estrés que mi mente posea, pues siempre estás en ella.
Todas las mañanas, cuando mis párpados parten a la rutina,
esbozo una sonrisa recordando aventuras nocturnas juntos.
Pero me resultan insuficientes, si solo te poseo en la oscuridad.
Tras recomponerme, recuerdo que a pesar de tenerte en la noche,
de día me faltas, desde el alba hasta el ocaso.
Si fuera poco, me ves más como un extraño que como compañero de vida,
por ello cada día me dispongo a enamorarte, aunque no me des opción.
A pesar de las decepciones mañaneras,
sigues siendo la noche de mis días,
y el día de mis noches.
El eje en el que rota mi mundo, mi vida.